
FILOSOFIA
La poetica de Aristoteles
Aristoteles: Filósofo y científico griego
Nacido en Estagir - Macedonia, en el año I de la Olimpiada XCIX, hacia el año 386/385 o 384 a.C.
Hijo de Nicómaco, médico personal del rey de Macedonia Amintas III. A la muerte de su padre y de su madre, Festis, y después de su único hermano Arimnesto, se traslada a la ciudad de Atarneo. Allí tuvo como tutor a Próxeno. Viajó a Atenas con 17 años con intención de asistir a la Academia dePlatón. Aristóteles fue discípulo suyo y de otros pensadores como Eudoxo durante los veinte años que estuvo en la Academia, donde se le apodó "el inteligente".
Al fallecer Platón en el año 347 a.C., viaja a Assos, ciudad de Asia Menor en la que gobernaba su amigo Hermias, al que sirvió como asesor, casándose además con su sobrina e hija adoptiva,Pythias, con la que tuvo tuvo una hija. Se relacionó también con Hepylis, con la que tuvo otro hijo al que llamó Nicómaco y dedicó su Etica a Nicómaco.
Tras ser ejecutado Hermias a manos de los persas en el 345 a.C., Aristóteles se trasladó a Pella, capital de Macedonia, donde fue tutor del hijo menor del rey Filipo II, que sería conocido como Alejandro III el Magno. Filipo mandó a llamarle por ser el filósofo de más fama y más extensos conocimientos. Fueron premiadas sus enseñanzas reedificándose de nuevo la ciudad de Estagira, su ciudad natal, que el mismo Filipo había asolado. Durante 8 años el alumno recibió una enseñanza integral en el paraje de Miéza, cerca de Pella. Parece que Alejandro no sólo aprendió la ética y la política, sino que tomó también conocimiento de otras enseñanzas reservadas a las que los filósofos llamaban, "acromáticas" y "epópticas", y que no comunicaban a la "muchedumbre". En el año 335 a.C., al acceder Alejandro al trono, volvió a Atenas y fundó su propia escuela: el Liceo.
Resumió todo el saber de su época, pero brilló especialmente en las ciencias naturales descriptivas. Fue autor de la primera clasificación de los animales, padre de la anatomía comparada y maestro de otros científicos, como el botánico Teofrasto
Es el primero en clasificar las ciencias, que dividió en teóricas (matemáticas, física y metafísica), prácticas (ética, política y economía) y poéticas (poética, retórica, etc.). En esta clasificación no se incluye la lógica, descubierta por él, pues es el instrumento para el recto discurrir en todas ellas. También inventó el silogismo, instrumento fundamental del pensamiento occidental
Aristóteles escribió libros de divulgación, de los que sólo se conservan fragmentos, y otros de notas, para el círculo de sus iniciados
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Crítica de la razón pura - Immanuel Kant
Immanuel Kant Prusia, 22 de abril de 1724-ibídem, 12 de febrero de 1804) fue un filósofo prusiano de la Ilustración. Es el primero y más importante representante del criticismo y precursor del idealismo alemán y está considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal.
Entre sus escritos más destacados se encuentra la Crítica de la razón pura (Kritik der reinen Vernunft), calificada generalmente como un punto de inflexión en la historia de la filosofía y el inicio de la filosofía contemporánea. En ella se investiga la estructura misma de la razón. Asimismo se propone que la metafísica tradicional se puede reinterpretar a través de la epistemología, ya que podemos encarar problemas metafísicos cuando entendemos y relacionamos la fuente con los límites del conocimiento.
Sus otras obras principales son la Crítica de la razón práctica, centrada en la ética; la Crítica del juicio, en la que investiga acerca de la estética y la teleología y La metafísica de las costumbres que tiene dos partes, una centrada en la ética, la doctrina de la virtud, y la otra centrada en el ius, la doctrina del derecho.
Crítica de la razón pura Todo ha de someterse a la crítica. Pero la religión y la legislación pretenden de ordinario escapar a la misma. La religión a causa de su santidad, y la legislación a causa de su majestad. Sin embargo, al hacerlo, despiertan contra sí mismas sospechas justificadas y no pueden exigir un respeto sincero, respeto que la razón sólo concede a lo que es capaz de resistir su examen libre y público.
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El mundo como voluntad y representación
Arthur Schopenhauer
Arthur Schopenhauer [22 de febrero de 1788-Fráncfort del Meno, Reino de Prusia, 21 de septiembre de 1860) fue un filósofo alemán.
Su filosofía, concebida esencialmente como un «pensar hasta el final» la filosofía de Kant, es deudora de Platón y Spinoza, sirviendo además como puente con la filosofía oriental, en especial con el budismo, el taoísmo y el vedanta.1 En su obra tardía, a partir de 1836, presenta su filosofía en abierta polémica contra los desarrollos metafísicos postkantianos de sus contemporáneos.
Su trabajo más famoso, Die Welt als Wille und Vorstellung (El mundo como voluntad y representación), constituye desde el punto de vista literario una obra maestra de la lengua alemana de todas las épocas.2 Supone además una de las cumbres delidealismo occidental, y el pesimismo profundo (que no profundo pesimismo), que perdura en la obra de escritores y pensadores de los siglos XIX y XX, de la talla de Richard Wagner, León Tolstói, Friedrich Nietzsche, Sigmund Freud, Thomas Mann, Carl Gustav Jung, Albert Einstein,3 Otto Weininger, Otto Rank, Erwin Schrödinger4 , Ludwig Wittgenstein, Jorge Luis Borges, Pío Baroja o Émile Cioran, entre otros.
El mundo como voluntad y representación es el título de la obra capital del filósofo alemán Arthur Schopenhauer. Publicada por primera vez en 1819, por la editorial Brockhaus de Leipzig, es considerada la más elaborada manifestación del pesimismo filosófico y ha influido en multitud de pensadores y escritores, de la categoría de Freud,Nietzsche, Karl Popper, Cioran y Borges, entre otros. Schopenhauer parte principalmente del idealismo de Kant, y de otros filósofos como Platón, Hume y Berkeley, pero también es tributario, en gran medida, de las filosofías hinduista y budista. Su propósito último es la explicación cabal del mundo en todos los aspectos y bajo todos los puntos de vista, tarea que el filósofo aborda a través de los conceptos de voluntad y representación. Todo su trabajo posterior no supondrá más que el desarrollo de las ideas fundamentales expuestas en esta obra.
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Así habló Zaratustra - Friedrich Nietzsche
Friedrich Nietzsche 15 de octubre de 1844-Weimar, 25 de agosto de 1900) fue un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán, considerado uno de los pensadores contemporáneos más influyentes del siglo XIX.
Realizó una crítica exhaustiva de la cultura, la religión y la filosofía occidental, mediante la genealogía de los conceptos que las integran, basada en el análisis de las actitudes morales (positivas y negativas) hacia la vida.1 Este trabajo afectó profundamente a generaciones posteriores de teólogos, antropólogos, filósofos, sociólogos, psicólogos, politólogos, historiadores, poetas,novelistas y dramaturgos.
Meditó sobre las consecuencias del triunfo del secularismo de la Ilustración, expresada en su observación «Dios ha muerto», de una manera que determinó la agenda de muchos de los intelectuales más célebres después de su muerte.
Si bien hay quienes sostienen que la característica definitoria de Nietzsche no es tanto la temática que trataba sino el estilo y la sutileza con que lo hacía, fue un autor que introdujo, como ningún otro, una cosmovisión que ha reorganizado el pensamiento del siglo XX, en autores tales como Martin Heidegger, Michel Foucault, Jacques Derrida, Gilles Deleuze, Georges Bataille, Gianni Vattimo o Michel Onfray, entre otros.
Así habló Zaratustra es un libro entre filosófico y poético y el más difundido del excéntrico Friedrich Nietzsche. El libro se divide en cuatro partes. En la primera, Zaratustra (que en español es el filósofo Zoroastro) decide un día retirarse a una montaña para adquirir conocimiento, y una vez adquirido baja para transmitirlo a los hombres.
Allí comienza su prédica, una disertación que se mantendrá durante todo el libro y que abarcará diversos temas existenciales para poner en duda, o directamente aplastar, todo aquello que está preestablecido. En esta primera parte se postula “la muerte de Dios” y se pondera “el surgimiento del superhombre”, que de alguna manera es lo central del libro.
Así habló Zaratustra está escrito con un lenguaje que ronda constantemente la prosa poética y la alegoría, con lo cual debe leerse con mucha atención y lentamente para poder disfrutarse y comprenderse.
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“La poética de la imaginación”
como una estética concreta en Gaston Bachelard

“La llama es, entre los objetos del mundo
que convocan al sueño, uno de los más
grandes productores de imágenes.
La llama nos obliga a imaginar”
Gaston Bachelard, La llama de una vela
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Gaston Bachelard, filósofo de las ciencias y filósofo de la expresión literaria, hombre de la doble vida: en el día trabajaba los conceptos, las ideas y los problemas científicos y en la noche las imágenes; como científico, epistemólogo e historiador de las ciencias es reconocida su aportación en lo que respecta a las nociones de “espíritu científico”, “obstáculo epistemológico” y “ruptura epistemológica”, además de su marcado interés por los problemas del racionalismo científico, tal como lo muestran obras como Essai sur la connaisance approchée (1927), El nuevo espíritu científico (1934), La formación del espíritu científico (1938), La filosofía del no(1940), El racionalismo aplicado (1949), La actividad racionalista de la física contemporánea(1951) y El materialismo racional (1953) entre otras. Como filósofo de la ensoñación su producción se centró en la creación poética y la imaginación, como se aprecia en las obras El psicoanálisis del fuego (1938), El agua y los sueños (1942), El aire y los sueños (1943), La poética del espacio (1957), La llama de una vela (1961) y el escrito póstumo Fragmentos para una poética del fuego (1988).
Si bien en la perspectiva del epistemólogo, cuando éste se propone hacer un “psicoanálisis del conocimiento objetivo”, es decir, cuando busca detectar la acción de imágenes y valores inconscientes en el espíritu científico, el encuentro de arquetipos del inconsciente pone en evidencia que éstos no son sino obstáculos en el desarrollo mismo de las ciencias, tal como ocurre en el caso de la alquimia, la cual no constituye de ninguna manera una etapa en el desarrollo de la química[1]. Sucede todo lo contrario cuando esta misma empresa se traslada a la búsqueda de arquetipos en los orígenes de las imágenes poéticas (“psicoanálisis de la imaginación”). La imagen poética deviene en esta medida en la vía de acceso a un concepto fundamental en la poética bachelardiana: la imaginación en tanto aceleradora del psiquismo humano o “excitación directa del devenir psíquico”.
En esta perspectiva valdría la pena hacer una breve exploración de lo que entiende Bachelard por imaginación, imagen e imaginario, de manera que sea posible establecer algunas vías de acceso distintas a la filosofía poética de la ensoñación a partir de la posible comprensión de la imagen literaria en su estrecha relación con una estética concreta, tal como la denomina el filósofo francés. No sin antes advertir que como ejercicio preliminar el presente escrito supone la delimitación del tema y la explicitación de algunas de las tesis fundamentales que permitirían aseverar semejante intuición y no un trabajo definitivo y conclusivo dada la profusa obra poética del autor.
La imaginación
Más que la facultad de formar las imágenes, la imaginación es entendida como “facultad dedeformar las imágenes suministradas por la percepción y, sobre todo, la facultad de librarnos de las imágenes primeras, de cambiar las imágenes”[2]. De ahí que el autor afirme que sin cambio de imágenes no hay imaginación, es más, no hay acción imaginante. Dado el carácter dinámico de la imaginación y de la movilidad de sus imágenes Bachelard no duda en proponer una psicología de la imaginación que se ocupe de la constitución de las imágenes, de su movilidad. Psicología apelada y no de manera accidental pues “percibir e imaginar son antitéticos como presencia y ausencia. Imaginar es ausentarse, es lanzarse hacia una vida nueva”[3]. En últimas subyace en la comprensión de la imaginación su marcado carácter como “acelerador” del psiquismo humano. Ante la incomprensión del estado fluídico del psiquismo imaginante, la imaginación es interpelada como “un más allá psicológico” que comporta la inmanencia de lo imaginario en lo real.
Ahora bien, no basta para el autor indicar lo dicho anteriormente para subsanar el detrimento de la imaginación en la tradición, se hace necesario ahora distinguir dos tipos de imaginación: unaimaginación formal que como su nombre lo indica obedece a una causa formal, es decir, a unprincipio activo que determina la materia para que sea algo concreto; la forma en esta medida procura una belleza perceptible en los objetos materiales: “es necesario que una cosa sentimental, íntima, se convierta en una causa formal para que la obra tenga la variedad del verbo, la vida cambiante de la luz”[4]. Por otra parte, una imaginación material, elemento visible e invisible que funge como substrato de los entes, imaginación íntima de las fuerzas vegetantes y materiales no abstractas, sino imaginales pero no por ello no reales pues se hallan en la raíz misma de la psiquis humana.
Si bien es posible determinar el carácter formal y material de las fuerzas imaginantes en una obra, es imposible separarlas por completo. No obstante, la tarea de un “psicoanálisis de la imaginación” que se asuma como tal, será la de desentrañar la raíz misma de la fuerza imaginante material siempre presente en la expresión literaria. De manera que expresiones como “poética materialista”, “ensoñación materializante” y “ensoñación cósmica” son empleadas por Bachelard para indicar y demostrar cómo la poética está estructurada por los cuatro elementos tradicionales, los cuales son su punto de partida para el estudio y análisis de la imaginación literaria.
En El psicoanálisis del fuego el filósofo de la poética propone marcar los diferentes tipos de imaginación mediante el signo de los elementos materiales que han inspirado tanto a las filosofías tradicionales como a las cosmologías antiguas. En el reino de la imaginación, Bachelard establece una ley de los cuatro elementos que clasifica las diversas imaginaciones materiales según se vinculan al fuego, al aire, al agua o a la tierra. Es fundamental que toda poética reciba componentes de esencia material, estos son “las hormonas de la imaginación”[1]al ejercer una acción directa sobre la creación artística.
Empleados como métodos poéticos y psicoanalíticos de aproximación a textos literarios, para examinar detalladamente imágenes imaginadas, Bachelard encuentra una gran correspondencia entre los mentados elementos y poetas o corrientes literarias precisas:
Para el fuego: Heráclito, Empedocles, Novalis, Hölderlin, Hoffmann, y el Werther de Goethe.
Para el agua: Edgar Allan Poe.
Para el aire: Nietzsche.
Señala el profesor Víctor Florián[2] que todo este examen minucioso de las imágenes mediante elementos materiales desemboca en la formulación de complejos en el marco de la fundación de una “psicología de la creación literaria” o un “psicoanálisis cósmico” (Agua: complejo de Ofelia, de Caronte de Jerjes, de Nausicaa, Aire: complejo de altura, Fuego: complejo de Prometeo, de Empédocles, de Novalis, de Hoffman, Tierra: complejo de Jonás, de Atlas, de Medusa, entre otros) ; se arriba, incluso, al develamiento de vínculos arquetípicos entre las imágenes literarias y la imaginación. Por ejemplo en el caso del fuego el Fénix es el arquetipo de la imaginación del fuego, del fuego interiorizado, fuego siempre presente desde antiguo en todos los poetas como imagen que nace, muere y renace poéticamente.
No habría que olvidar que toda la empresa bachelardiana de descubrir imágenes, arquetipos y símbolos en su estrecha relación con la imaginación de los elementos –imaginación simbólica- comporta cierta relación con los trabajos de Carl Jung, Gilbert Durand y François Pire.
Lo imaginario
Para Bachelard en esta perspectiva “el vocablo fundamental que corresponde a la imaginación no es imagen, es imaginario. El valor de una imagen se mide por la extensión de su aureolaimaginaria. Gracias a lo imaginario, la imaginación es esencialmente abierta, evasiva. Es dentro del psiquismo humano la experiencia misma de la apertura, la experiencia misma de su novedad”[3]. Lo imaginario supone entonces una fuente inagotable que suministra imágenes pero se presenta como algo que siempre está más allá que ellas puesto que responde a la necesidad esencial de novedad que caracteriza al psiquismo humano.
La imagen, la imagen literaria, imágenes de la forma, imágenes de la materia
De igual manera, una imagen que abandona su principio imaginario y se fija en una forma definitiva y determinada deviene progresivamente en una percepción presente. Ya no suscita el sueño o el habla, simplemente hace actuar al hombre: “una imagen estable y acabada corta las alas a la imaginación. No destrona de esa imaginación soñadora que no se encierra en ninguna imagen y a la que podríamos llamar por eso imaginación sin imágenes, lo mismo que reconocemos un pensamiento sin imágenes”[4]. En esta perspectiva Bachelard distingue dos tipos de imágenes: unas imágenes constituidas en reposo, las cuales devienen en palabras concretas con escaso poder imaginario, por ejemplo las imágenes de flores, abundantes en el herbario de los poetas; otras imágenes, las literarias, completamente nuevas, se hallan vívidamente en el lenguaje literario haciendo que la palabra, el verbo y la literatura asciendan a la jerarquía de la imaginación creadora: “el pensamiento, al expresarse en una imagen nueva, se enriquece enriqueciendo la lengua. El ser se hace palabra. La palabra aparece en la cima síquica del ser. Se revela como devenir inmediato del psiquismo humano”[5].
Por otra parte, así como Bachelard distingue dos tipos de imaginación, una formal y otra material, partiendo de la misma distinción postula unas imágenes de la forma y particularmente centra su atención en las imágenes directas de la materia: “la vista las nombra, pero la mano las conoce (…) soñamos esas imágenes de la materia, sustancialmente, íntimamente, apartando las formas, las formas perecederas, las vanas imágenes, el devenir de las superficies. Tienen un peso y tienen un corazón”[6]. Para el autor la imagen reducida a su forma es “un concepto poético” que asociándose a otras imágenes del exterior configura una continuidad de imágenes en tanto elemento necesario de la imaginación material.
Estética concreta
Si se tienen en cuenta los elementos anteriormente enunciados no es difícil entonces entender por qué se intuye que Bachelard configura en su filosofía poética toda una estética concreta de corte materialista, tal como lo expresa en el prologo de La llama de una vela: “confiamos obtener unaestética concreta, una estética que no estuviera perturbada por las polémicas de filósofos ni racionalizada por fáciles ideas generales. La llama, la llama sola, puede concretar el ser de todas sus imágenes, el ser de todos sus fantasmas”[7]. De manera que dicha estética concreta propugna por aislar todos los sufijos de la belleza formal, detrás de las imágenes que se muestran pretende hallar la raíz misma de la fuerza imaginante.
Le sorprende a Bachelard la carencia de una causa material en la filosofía estética tradicional “Por qué se une siempre la noción de individuo a la noción de forma? ¿no existe, acaso, una individualidad que hace que la materia, en sus parcelas más pequeñas, sea siempre una totalidad?”[8]. En dicha perspectiva de profundidad, el filósofo de la ensoñación piensa la materia como un “principio que puede desinteresarse de las formas”. Principio clave para entender una posible propuesta estética en términos de lo concreto pero fuertemente arraigada en el psiquismo humano y su capacidad simbólica, principio, incluso, de carácter propedéutico pues “la meditación de una materia educa a una imaginación abierta”[9].
Es tal el arraigo de la imagen a la materia que “muchas imágenes intentadas no pueden vivir porque son simples juegos formales, porque no están verdaderamente adaptadas a la materia que deben adornar (…) las imágenes poéticas tienen, también ellas, una materia
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Nietzche da batalla a la filosofía desde la poesía, hablar sin entender para ser libres de interpretar, llevalo a donde quieras...
Saquemos el acartonamiento de la filosofía , no busquemos la lógica en ella - Somos existencia que se reinventa en si misma- ambos aspectos , somos " Apolo y Dionisio"
Mil Mesetas - Gilles Deleuze

Gilles Deleuze ; París, 18 de enero de 1925 - ibíd. 4 de noviembre de 1995) fue un filósofo francés, considerado entre los más importantes e influyentes del siglo XX. Desde 1960 hasta su muerte, escribió numerosas obras filosóficas sobre la historia de la filosofía, la política, la literatura, el cine y la pintura.
Entre sus libros más famosos están los dos volúmenes de Capitalismo y esquizofrenia: Mil mesetas y El Antiedipo, ambos escritos en conjunto con Félix Guattari; los dos libros que siguieron a mayo del 68 en París, Diferencia y repetición (1968) yLógica del sentido (1969); sus dos libros sobre cine, Imagen movimiento e Imagen tiempo; y por último, ¿Qué es la filosofía?(1991), en conjunto con Guattari.
Deleuze enseñó en varios colegios hasta 1957 cuando comenzó a trabajar en La Sorbona. En 1953 publicó Empirismo y subjetividad, un ensayo sobre el Tratado sobre la naturaleza humana de Hume. En 1956 se casa con Denise Paul Grandjouan. Entre 1960 y 1964 trabajó en el CNRS, periodo en el que publicaría Nietzsche y la filosofía (1962) y comenzaría su amistad conMichel Foucault. De 1964 a 1969 fue profesor en la Universidad de Lyon. En 1968 publicó Diferencia y repetición y Spinoza y el problema de la expresión.
«Un día, el siglo será deleuziano», fue la expresión de Michel Foucault en relación a un filósofo que marcó profundamente el pensamiento de la segunda mitad del siglo XX. «La filosofía es el arte de formar, de inventar, de fabricar los conceptos», dirá el propio Deleuze en Qu'est-ce que la philosophie ? (¿Qué es la filosofía?).
Dentro de la política, Deleuze es considerado un filósofo anarquista, o como un marxista en su sector más libertario. Como narró Jacques Derrida, pese a las críticas que Deleuze hizo a los marxistas, Deleuze nunca dejó de considerarse a sí mismo un marxista, además veía imposible hacer filosofía política sin centrarse en el análisis del capitalismo. [1] Al final de su vida Deleuze preparaba un escrito inconcluso titulado La grandeur de Marx. Más específicamente, su anarquía adquiere sentido cuando vemos que su obra es una lucha constante contra el poder dicotómico del arjé. arjé o principio origen se puede deducir principio de identidad Parmenides de Elea mentado principio de no contradicción o Heraclito y el devenir
La anarquía y la unidad son una sola y misma cosa, no la unidad de lo Uno, sino una más extraña unidad que sólo se reclama de lo múltiple.
Gilles Deleuze, Mil mesetas
"Es sencillo buscar correspondencias entre tipos de sociedad y tipos de máquinas, no porque las máquinas sean determinantes, sino porque expresan las formaciones sociales que las han originado y que las utilizan. Las antiguas sociedades de soberanía operaban con máquinas simples, palancas, poleas, relojes; las sociedades disciplinarias posteriores se equiparon con máquinas energéticas, con el riesgo pasivo de la entropía y el riesgo activo del sabotaje; las sociedades de control actúan mediante máquinas de un tercer tipo, máquinas informáticas y ordenadores cuyo riesgo pasivo son las interferencias y cuyo riesgo activo son la piratería y la inoculación de virus. No es solamente una evolución tecnológica, es una profunda mutación del capitalismo".
Gilles Deleuze. sobre las sociedades del control
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La desobediencia civil - Henry David Thoreau

Henry David Thoreau (Concord, Massachusetts, 12 de julio de 1817 - 6 de mayo de 1862) fue un escritor, poeta y filósofoestadounidense, de tendencia trascendentalista y origen puritano, autor de Walden y La desobediencia civil. Thoreau fue agrimensor, naturalista, conferenciante y fabricante de lápices. Uno de los padres fundadores de la literatura estadounidense, es también el conceptualizador de las prácticas de desobediencia civil.Thoreau quiso experimentar la vida en la naturaleza, por lo que desde el 4 de julio de 1845 vivió dos años en un bosque cerca de Walden Pond, no lejos de su familia y amigos en Concord (como Ralph Waldo Emerson). Abandonó su cabaña el 6 de septiembre de 1847 para vivir con su familia. Walden, que relata su vida en los bosques, fue publicada en 1854.
Desobediencia civil y encarcelamiento
En 1846, Thoreau se negó a pagar impuestos debido a su oposición a la guerra contra México y a la esclavitud en Estados Unidos, por lo que fue encarcelado. De este hecho nace su obra La desobediencia civil, en que deja entrever sus ideas políticas. En este texto se declara uno de los conceptos principales de su ideología: la idea de que el gobierno no debe tener más poder que el que los ciudadanos estén dispuestos a concederle, llegando a tal punto que propone la abolición de todo gobierno. Su ensayo fue influyente en Lev Tolstói y en Mahatma Gandhi.
